Sin esperar llamada alguna, sonó el teléfono que parece invisible,
contesté sin entusiasmo y una voz tranquilizante y dulce me saludó.
Es la voz que siempre me hace reir, y disfruto cuando lo hace.
No sé aún la razón exacta de la llamada, había pasado mucho tiempo; pero lo importante fue que llegó terminando el domingo, casi iniciando el lunes... por lo tanto es una señal: "año nuevo, vida nueva"
martes, agosto 08, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario