Decidí irme por un tiempo. Agarré mi mochila, en la que empaqué unos pocos pantalones, algunas camisetas y cuatro frascos vacíos.
Salí muy temprano, tomé un bus hacia el sur, y viajé por dos horas. Llegué a un lugar caluroso, donde ya había estado. Tomé una chalupa por un río caudaloso y de delfines rosados. Le pregunté a un campesino por los cruzados y me llevó donde ellos. Cuando llegué, me recibieron con desconfianza, me dieron una estera, unas hojas de plátano, me quitaron el celular (por eso no había podido llamarte) y me llevaron hacia una casa en la que me encerraron por tres días.
Ése día, el tercero, un hombre con las uñas pintadas de negro y los ojos achinados, me dió un brevaje, y tan sólo recuerdo el momento en que comencé a hablar y a llorar (soy como el chile verde, llorona). Cuando logré saber de mí, tenía las uñas pintadas de negro, una cicratiz justo en el antebrazo y un amarradijo con tres pepitas azules en el pie izquierdo. Ya era un cruzado, aquellas personas que son rezadas por seis chamanes para protegerlos de cualquier peligro y desasociego durante largas batallas. Con todo ésto llené mi primer frasco.
Al día siguiente me fuí hacia el norte, llegué donde Teodolindo, un Mamo muy anciano, encantador de serpientes, que años atrás me había regalado la fuerza de un tigre.
Estuve por dos semanas junto a él. Mambeó a mi lado, fumó tabaco y leyó mis hojas. Las tomé y puse mi destino en el segundo frasco.
Luego fuí a visitar las salinas, allí, un palabrero, a cambio de una dote, me dejó vivir en su ranchería. Desnuda, me bañaron ocho hombres en el mar, me sacaron y me dejaron diez minutos al sol envuelta en una manta pintada con sangre de chivo para fortalecer mi espíritu. El tercer frasco estaba lleno.
Ahora que estoy contigo, desnuda nuevamente, con mis tres frascos, te regalo el cuarto, con un poquito de los tres anteriores. Te los regalo para que junto a mí, trates de exorsisar tus demonios, yo ya lo hice con los míos.
Quisieras entonces estar conmigo????
(Aquí los números son importantes)
viernes, febrero 24, 2006
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7 comentarios:
Cada día trae una nueva sorpresa y en tu blog más. Me alegra. Pero... no creo que los fantasmas se puedan exorsisar en compañia.
Te quiero con el alma.
Encontre esto para ti... tal vez no es el momento pero...
"Dejalo ir, dejalo que se pierda
Yo te salvare y te amparare
Yo te protegere"
Hemos estado alejados por un buen tiempo, siempre mi trabajo.
Yo se que siempre vas a estar conmigo, siempre, sin importar el momento.
Tengo muchas cosas nuevas para contarte que estoy segura te van a encantar. Si vienes pronto lo podremos hacer tomandonos un te.
Cuidate, por mi parte yo hago lo mismo por ti
He recorrido cada una de las palabras,subido, bajado, andado tras de ti. Busco tu rastro y siempre termino donde algún día empecé, en tu angustiada mirada, en el horror de la vida, en la superflua e infantil alegría y la profunda tristeza. Por momentos asoman luces alegres, como trajes de fiesta, que por intermitentes y leves reafirman la nostalgia de tu vida, la soledad de tu alcoba, las frias noches sin amor o con malas compañías.
Al usuario anònimo: tristemente leo la descripciòn de mi vida ante "algo o alguien" que no sè què o quièn es.
Mi "mirada angustiada, en el horror de la vida, en la superflua e infantil alegrìa y la profunda tristeza" son las herramientas, buenas o malas, que me gusta utilizar para poder mostrar sòlo lo necesario de lo que soy.
Los trajes de fiesta me los pongo, casi siempre, los fines de semana, la soledad de mi alcoba es algo, que aunque me niego a hacerlo, termino por aceptar, las frìas noches sin amor o con malas compañìas han disminuìdo, en un esfuerzo por querer de verdad.
Acaso eres tu el del sombrero de mago, el conejo y las lucièrnagas?
COMO ÉSTE ES EL QUE MÁS ME GUSTA Y NO TENGO ALMA DE POETA, SÓLO QUIERO DECIR FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!
K. FRANCISCA
KAREN FRANCISCA, ME ENCANTA QUE DISFRUTES LEYENDO EN ANTARDIDA. ESTE TAMBIEN ES MI FAVORITO.
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