sábado, diciembre 31, 2005

POR FIN VUELVE A MI


Salí caminando hacia el sur y luego de 56 horas de camino pare por un momento y recogi en cuatro bolsitas de diferente color, los vientos que traían los cuatro puntos cardinales.

Luego, me ubiquè en el sur y de ahì puse dentro de una cajita de madera siete pètalos de rosas rojas y 365 lágrimas.

Del sur también traje un olor a humedad penetrante y adictivo, unos cigarrillos viejos y una taza de café amargo y concentrado.

Unos pasos hacia la derecha y del oriente robé, literalmente, tus manos protectoras y tus brazos, que aunque no son fuertes, siempre me regalan bienestar.

También en el oriente encontré una caja de sonrisas y besos. Traté de mezclarlos con los pètalos y las lágrimas; pero por poco y se van desvaneciendo.

Ya en el occidente tomé prestado un poco de la tranquilidad que proporcionan las altas temperaturas.

Cuando estuve en el norte saqué 25 cajitas de madera, una por cada uno de mis sueños. Tomè un poco de arena, un poco de mar, un poco de cerveza, un poco de sábanas de hotel y un poco de tu ya sabes què, y lo mezclè en mis 25 cajitas.

Guarde todo con cuidado y empecè a caminar, caminè 60 horas, y al llegar, hoy, mezclè cuidadosamente mis recuerdos y hallazgos y...

YO TE INVOCO AQUÍ Y AHORA, AÚN NO SÉ EN DÓNDE TE QUEDASTE ESCONDIDA, PERO TE EXHORTO A VOLVER A MI.
TE EXHORTO A ESTAR CONMIGO Y NUNCA MÁS SEPARARME DE TÍ, TE PROMETO QUE NO TE DEJARÉ SÓLA, YO PUEDO CUIDARTE, PERO PROMETE TÙ QUE TAMBIÈN CUIDARÀS DE MÍ.

Luego un espíritu risueño me abrazó y se quedó conmigo, ESTE ES EL AÑO DE LA NIÑA.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ahora que sabes quién soy, esperos perdones mis errores de escritura y palabras. Para mi fue bonito pensar que mientras yo estaba muy lejos te ponia a pensar en mi aunque tu no te dieras cuenta

Tu vida y tu cariño me importan, YO SI PUEDO Y QUIERO, sin problemas de taras, cuidar a la niña.

Te adoro y gracias por este año nuevo.