lunes, septiembre 19, 2005

LOS ESTADOS DE LA TRISTEZA




Un día pensé y creí que ya no era infelíz.
Otro día, empecé a ver cómo algunas personas entraban sin invitación a mi casa.
Finalmente, alguien salió... Yo no deje las puertas abiertas para que entrara NI SALIERA NADIE, SOBRE TODO NUNCA PARA QUE SALIERA NADIE. Las puertas estaban cerradas. Yo estaba feliz.

Hoy, tengo que hacer limpiezas y exorcismos. PA´FUERA TELARAÑAS, ADIOS ALIMAÑA, ME QUEDO CON MIS MUSARAÑAS.

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