
Te voy a soltar... sí, todo ha sido calculado. Mientras tu peleas en silencio contra el cariño que sientes por mí, yo me voy alejando, alejando... mañana, entonces cuando vuelvas de tu brillante soledad, yo ya te habré dejado ir.
Te suelto y te dejo con otros, yo me quedaré con los mismos. Tristemente siempre seguiré esperando a que quieras volver a recibir solamente mis abrazos.